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Cuidar a un gato con PIF: qué vigilar cada día

Cuando un gato ha sido diagnosticado con PIF (Peritonitis Infecciosa Felina), el papel del propietario es fundamental, especialmente si el tratamiento se realiza en casa.


Administrar GS‑441524, ya sea por inyección o en pastilla, con la dosis recomendada por el equipo de CureFIP, es excelente. Pero sin un seguimiento de los cambios de comportamiento y los síntomas, el gato seguirá teniendo dificultades ante el PIF.


Entonces, ¿qué puedes hacer como dueño para apoyar la recuperación de un gato que está recibiendo tratamiento en casa? ¡Vamos con la explicación completa en este artículo!



La importancia del monitoreo diario para gatos con PIF

Como se sabe, el PIF es una enfermedad mortal, temida tanto por los gatos como por sus dueños. Es causada por una mutación del coronavirus felino (FCoV).


En términos generales, el PIF se divide en varios tipos: PIF húmedo, PIF seco, PIF ocular y PIF neurológico. Todos comparten síntomas generales, aunque los signos clínicos difieren.

  • PIF húmedo: se caracteriza por hinchazón abdominal.

  • PIF seco: causa vómitos y pérdida de peso drástica; suele diagnosticarse tarde porque sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades.

  • PIF ocular: afecta los ojos.

  • PIF neurológico: ataca el sistema nervioso central, y es considerado el tipo más complejo de PIF.



Resumen de síntomas comunes del PIF

Monitorear al gato en casa todos los días es crucial, ya que permite identificar si está mejorando o empeorando.

Cuatro síntomas clave a tener en cuenta:


Fiebre persistente

La fiebre indica infección. Si la temperatura de tu gato no baja durante el tratamiento, ¡alerta máxima! Un rango normal es entre 38 °C y 39 °C; si excede los 39 °C, ve inmediatamente al veterinario.


Pérdida de peso y apetito

Si hay mejoría, el peso debe comenzar a recuperarse y el apetito volver. Si el gato come poco o deja de comer, no lo ignores. Y si continúa perdiendo peso aunque coma bien, también es motivo de preocupación.


Comportamiento y actividad

Cualquier cambio significativo—como letargo, dormir en exceso, esconderse, aislarse, no responder o no jugar como antes—puede indicar incomodidad o dolor. Observa con atención la conducta de tu gato.


Dificultad para respirar y acumulación de fluidos

Los gatos con PIF húmedo pueden acumular líquido en el pecho o el abdomen, causando respiración dificultosa o jadeo. Si notas falta de aliento intensa, llévalo al veterinario de inmediato. Podría requerir toracocentesis o abdominocentesis para aliviar la respiración.



Utiliza un diario de salud para tu gato

Un truco eficaz es llevar un registro diario: con libreta, hoja de cálculo o app. Anota lo siguiente:

  • Fecha y hora de cada observación

  • Temperatura corporal

  • Peso

  • Nivel de apetito

  • Cambios comportamentales

  • Otros síntomas que aparezcan

Un registro detallado te facilita consultar con el veterinario y evaluar si el tratamiento está funcionando o necesita ajustes.


Cuándo volver al veterinario

Contacta de inmediato si observas:

  • Temperatura corporal muy alta (más de 40 °C)

  • Rechazo a la comida durante más de 24 horas

  • Empeoramiento de la dificultad respiratoria

  • Pérdida de peso continua

  • El gato está extremadamente débil o no responde


Herramientas para monitorear el PIF en casa

  • Termómetro digital para tomar la temperatura

  • Lubricante (como vaselina) para facilitar el uso del termómetro

  • Báscula digital para controlar el peso

  • Cuaderno o app para llevar el registro diario

  • Cámara del teléfono para documentar síntomas y mostrárselos al veterinario



El papel de la familia en la recuperación

Cuidar de un gato con PIF es muy exigente. Puedes sentir cansancio o preocupación. 


Por eso, el apoyo familiar es esencial: ayudar con recordatorios para la medicación, tomar la temperatura (los gatos suelen resistirse) y observar cambios conductuales. También brindan soporte emocional, haciendo la carga más llevadera cuando se enfrentan en equipo.



Conclusión

El amor y la atención que brindes son fundamentales para la recuperación de tu gato. Con monitoreo diario, registros organizados y buena comunicación con el veterinario, puedes ayudarlo a superar esta etapa difícil. 


No dudes en buscar ayuda profesional si algo te preocupa. Contacta al equipo de CureFIP por WhatsApp de inmediato si necesitas consejos sobre la medicación o simplemente apoyo moral. ¡Estamos siempre contigo!

 
 
 

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