Hola, somos Karla y Andrea. Hace tres meses adoptamos a Apolo, un gatito siamés de 1 año y medio. A principios de agosto, notamos que Apolo dejaba de comer pienso, estaba apático, dejó de jugar y se escondía dentro de cajas para estar aislado. Tenía la tripa muy hinchada para su tamaño y tipo de cuerpo.

Tras una consulta veterinaria y muchas pruebas: rayos X, ecografía, analítica de sangre, perfil del líquido abdominal en laboratorio y PCR de coronavirus felino, se determinó que tiene Peritonitis Infecciosa Felina (PIF).

El PIF es una enfermedad grave que termina causando la muerte del gato si no se trata y que evoluciona rapidamente. En España el tratamiento no se comercializa y en raras ocasiones se administra por parte de las clínicas veterinarias. Se trata de 84 dosis de medicación que se tienen que inyectar diariamente por vía subcutánea.

Este tratamiento tiene un alto índice de éxito, tal como avalan varios estudios. Sin embargo, su obtención se debe hacer por internet y tiene un costo elevado, puesto que pocos laboratorios hacen venta y envío internacional.

Apolo necesitará almenos 12 viales para completar el tratamiento. Ya lleva la mitad de sus dosis y hemos podido llegar hasta aquí gracias a la donación de un vial para iniciar, y a la posibilidad de fraccionar el pago de los packs de 6 viales, que asciende a 564€. A pesar de esto, mes a mes las facturas se acumulan y las revisiones veterinarias mensuales tendrán que seguir durante 6 meses, con lo que seguimos acumulando y se nos hace una montaña.

De momento llevamos gastado 564€ (6 viales) + 325€ (pruebas detección) + 72€ (visita de control) = 961€